Las islas del Caribe tienen ese encanto único que se genera en los lugares alejados, rodeados de agua cristalina y multicolor, con una diversidad de fauna y flora únicas, y leyendas misteriosas donde la ambición y las pasiones decidieron el rumbo de la historia.
Las islas que conforman el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina son unos de los destinos más recomendados para quienes disfrutan del turismo de naturaleza y descanso, por lo que la oferta se ha diversificado de tal manera que durante su visita vivirá experiencias que diariamente superarán sus expectativas. Algunas de las mejores son:
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1. Visitar los cayos
Estas pequeñas islas, que se conforman en la superficie de arrecifes de coral, son sitios maravillosos para pasar el día.
Algunos de los más conocidos son Cayo Bolívar, un atolón poblado por viejas palmeras donde los pescadores cuelgan sus hamacas en las noches y en el día los turistas extienden sus esteras; Jhonny Cay, el más grande los cayos que rodean a San Andrés y uno de los más visitados, donde se disfruta de la mejor gastronomía y cócteles; y el Acuario, llamado así por la cantidad de fauna marina que rodea sus costas y donde también hay restaurantes y una buena oferta de actividades. A todos estos destinos se llega por lancha desde San Andrés y el viaje no tarde más de 20 minutos.
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2. Practicar deportes de aventura
Mar tranquilo, paisajes conmovedores, ambiente caribeño… los elementos perfectos para practicar actividades que involucran riesgo y adrenalina.
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En San Andrés, Providencia y Santa Catalina los deportes de aventura más practicados son, naturalmente, el buceo y el snorkelling; y es que imagine cómo será la fauna de las profundidades cuando los animales que se pasean por los pies de los bañistas ya son fascinantes. Además, hay una amplia gama de otras opciones como disfrutar de las olas haciendo surf y windsurf, navegar por los siete colores en kayak, darle un vistazo a las islas desde el aire mientras practica parasailing e incluso realizar pesca deportiva en las zonas destinadas para hacerlo y con buena compañía.
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3. Conocer y vivir la cultura
Desde el momento en el que se llega a San Andrés, la atmósfera se vuelve más tranquila y armónica. Sus anfitriones le recibirán con grandes sonrisas, de esas que solo pueden presumir quienes beben cócteles de frutas a cualquier hora y se visten con ropa ligera y cómoda sin importar el día.
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Lo mejor que puede hacer para aprovechar su viaje y dejar que las islas le cambien la vida, es dejarse llevar y disfrutar cada oportunidad de inmiscuirse en la cultura del lugar. Una buena opción es coincidir con las fiestas tradicionales que se realizan a lo largo del año, como el Festival de la Luna verde, a mediados de septiembre, que celebra a la cultura afrocaribeña con música, danza y gastronomía. Además, está el Festival del Cangrejo en abril, la Semana del Mar a mediados de julio y las Fiestas Patronales de San Andrés a finales de noviembre.
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Y si no puede llegar a estos eventos, cada dos semanas la Fundación Casa de la Cultura de North End organiza las “Tardes Caribeñas” con diversas presentaciones culturales.
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4. Adentrarse en la naturaleza
Además de disfrutar del mar y sus encantos, en el Archipiélago hay interesantes atractivos naturales alejados del agua salada y la fauna marina.
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Uno de los más importantes es “El Pico” o “The Peak”, la elevación más alta de las islas ubicada en Providencia. Para llegar a la cima se realizan caminatas de tres horas aproximadamente, durante las cuales se recorren los parajes del bosque seco mientras se disfruta del sonido de las aves y los riachuelos. Una vez que llega a su destino, el poco aire que le queda se verá disminuido con el asombro de una vista panorámica de Providencia, Santa Catalina y la fascinante barrera de coral.
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Otra opción es visitar la laguna Big Pond, ubicada en la zona más alta de la isla de San Andrés. Conocer el lugar toma unos 30 minutos y lo mejor es hacerlo en compañía de un guía local, que le explique sobre la riqueza en fauna que alberga este cuerpo de agua, formado por la caída de lluvias a lo largo de los años. Y para una actividad más académica, visite el Jardín Botánico de la Universidad Nacional.
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5. Un poco de historia…
Como en todo destino turístico, San Andrés también alberga edificaciones antiguas cuyas historias se cuentan solas y museos que las enseñan de maneras más explícitas.
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Una de las más conocidas es la Casa Museo Isleña, donde se representa la arquitectura y modo de vida tradicional de los habitantes del Archipiélago. Otro atractivo es la Iglesia de la Loma, el primer templo bautista construido en América del Sur hace más de medio siglo, para el cual se utilizó madera traída desde Alabama – Estados Unidos.
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Aunque si no quiere alejarse tanto del mar y la naturaleza, puede visitar la famosa Cueva de Morgan, donde según cuenta la historia y sus leyendas, el pirata Henry Morgan guardaba los tesoros de las embarcaciones que saqueaba mientras intentaban llevar las riquezas de América a España.
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